30 años de un hito espacial: UPMSat-1

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Se cumplen 30 años de lanzamiento del primer satélite de la Universidad Politécnica de Madrid. Esta efeméride nos anima a echar la vista a la labor realizada durante estos años en el programa de satélites de la UPM.

Por ÁNGEL SANZ*

El 7 de julio de 1995 tuvo lugar, desde la Guayana Francesa, el lanzamiento del pequeño satélite universitario español UPMSat-1, que viajó al espacio como carga de pago secundaria en el vuelo V75 de un lanzador Ariane IV-40, cuyo cliente principal fue el satélite militar Helios. 

Desde ese momento, UPMSat-1, cuya vida operativa fue de 213 días, continuó su movimiento siguiendo una órbita polar heliosíncrona a 670 kilómetros de altitud, completando una vuelta alrededor de la Tierra cada 98 minutos. Este primer satélite universitario fue concebido por un grupo de investigadores del Instituto Universitario de Microgravedad “Ignacio Da Riva” (IDR/UPM) como un satélite científico y de demostración tecnológica en órbita para la industria, pero la faceta primordial de este proyecto fue su carácter educativo. Por eso, el primer objetivo era el satélite en sí mismo: se trataba de comprobar la capacidad de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para diseñar, desarrollar, construir, ensayar, integrar y operar un ingenio espacial de prestaciones modestas, pero que conservara en su ejecución toda la complejidad de un sistema espacial completo.

Conseguir poner en órbita el satélite era un gran logro, pero nuestro mayor éxito ha sido la formación práctica adquirida por el numeroso grupo de estudiantes, profesores y otro personal técnico participantes en el proyecto. Algunos de estos estudiantes pasaron a formar parte del elenco de profesores de la UPM y de otras universidades españolas, y otros se incorporaron como profesionales en la industria con un excelente desempeño.

Precisamente otra consecuencia relevante fue el establecimiento de intensas relaciones con la industria, que después han continuado, por un lado, apoyando las siguientes misiones de satélites de la UPM, y por otro, impulsando la adecuación de instalaciones para ensayos en ambiente espacial en el entorno de la UPM, que tan necesarias son para el desarrollo de misiones pequeñas.

A las dificultades técnicas propias de todo proyecto espacial se unió la de la puesta en marcha de la organización del equipo que se necesita para un proyecto de este nivel de complejidad, considerándolo dentro del marco de una Universidad. Por no hablar de la complejidad que supone conseguir la financiación necesaria. De ello se encargó, entre otras muchas cosas más, José Meseguer, fundador y primer director del IDR/UPM.

UPMSat-1 se convirtió en el satélite pionero del programa de la UPM, lo que implicó la necesidad de afrontar y resolver un gran número de cuestiones burocráticas asociadas a su desarrollo. Por citar un par de ejemplos, hubo que impulsar la creación del registro español de satélites REOELEU, por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores y el de Industria y también negociar con la organización del lanzador Arianespace, apoyados por el Ministerio de Defensa español, la inclusión de nuestro satélite en el lanzamiento del satélite militar Helios.
La continuación de las actividades de desarrollo de satélites de aquel grupo de profesores involucrados en el UPMSat-1 se vio reducida por falta de financiación en ese momento, si bien se concentró en el desarrollo de instrumentación espacial para misiones científicas como MINISAT 01 (1997); APIS y TEBAS para la Estación Espacial Internacional, ISS (2003); Sunrise-1, 2 y 3 (2009, 2013); Rosetta (2004-2016), ExoMars (2016, 2020); Solar Orbiter (2014-2020), Mars 2020 Rover Mission (2020)…

Cuando finalmente fue posible empezar a desarrollar el UPMSat-2, liderado por los profesores Gustavo Alonso y Elena Roibás, una de las principales dificultades fue el encontrar una oportunidad de lanzamiento. Inicialmente iba a realizarse con un lanzador ucraniano, hasta que en 2014 se vio su imposibilidad por el conflicto Ucrania- Rusia. La oportunidad llegó tiempo más tarde gracias a que se alcanzó un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA) para un vuelo experimental.

UPMSat-2 ha seguido un concepto similar al de su predecesor, pero adaptado a una misión de demostración tecnológica y científica diferente. Fue lanzado el 3 de septiembre del 2020, culminando una campaña de lanzamiento marcada por la pandemia de la COVID. Además del ingente trabajo para desarrollar el satélite, hubo que afrontar una serie de peripecias durante esa campaña de lanzamiento que darían para el guion de una película de acción y suspense. Este satélite lleva funcionando desde entonces, proporcionándonos una información muy relevante sobre los experimentos de la misión, habiendo sobrepasado con creces nuestras expectativas al haber superado ampliamente los 2 años de vida de su diseño.

Actualmente el IDR/UPM se encuentra desarrollando el tercer modelo de la serie UPMSat, el UPMSat-3. Se trata de un microsatélite más pequeño que sus predecesores, de 22 kg de masa y dimensiones de 250x250x366 mm3, pero tecnológicamente mucho más avanzado. Se prevé su lanzamiento al espacio a bordo del nuevo lanzador Spectrum, de la empresa alemana ISAR Aeroespace, durante la primera mitad de 2026.

La principal misión científica de UPMSat-3 será tomar imágenes del fondo cósmico de microondas y, al mismo tiempo, servirá como plataforma de demostración tecnológica bajo coste, puesto que llevará embarcados diversos experimentos e innovaciones de empresas y centros de investigación españoles que probarán su funcionamiento en órbita. Además, el UPMSat-3 pretende continuar con la línea de trabajo de IDR, basada en el desarrollo y ensayos de algoritmia de control y determinación de actitud para satélites.
La serie de satélites universitarios UPMSat-1 (1991-1995), UPMSat-2 (2013-2019), UPMSat-3 (2023-2025), y UPMSat-4 (ya en preparación-) se ha realizado con la colaboración de diversas Escuelas y grupos de investigación de la UPM: ETSIAE, ETSISI, ETSIT, ETSIINF, STRAST de IPTC, así como de empresas e instituciones del sector espacial (AIRBUS, INTA, OCCAM, OESIA-TECNOBIT, SATNOGS, EA-AMSAT, DLR, ESA, ISAR…..). También se ha contado con el apoyo logístico y económico de los diversos ministerios de Ciencia, Industria, Investigación, Defensa, junto al CDTI, también la UPM, la Comunidad de Madrid, y empresas como MISUMI, GMV, DHV…

Los diversos rectores de la UPM también se han comprometido con el proyecto UPMSat concreto que coincidía con su período de mandato: Rafael Portaencasa y Saturnino de la Plaza (para UPMSat-1), Carlos Conde y Guillermo Cisneros (para UPMSat-2), y Óscar García Suárez (para UPMSat-3).

Estamos orgullosos del trabajo que hemos hecho todo el equipo, donde cada uno ha prestado gran colaboración y entusiasmo, superando muchos obstáculos y situaciones complejas (dentro del marco de diversas crisis económicas). Pero así es como se aprende a resolver problemas en ingeniería.
En cuanto al objetivo educativo, estamos muy alegres e ilusionados por lo bien que ha funcionado a lo largo de estos años la participación de nuestros alumnos del Máster Universitario en Sistema Espaciales (MUSE), de la UPM. Su participación en estos proyectos (incluyendo prácticas realistas y sesiones de trabajo con una instalación de diseño concurrente CDF) les ha proporcionado una experiencia que es difícil de obtener de otra manera, ya que les ha permitido ver un sistema espacial en todos sus aspectos, combinado con una especialización en su propio campo.

Quiero aprovechar esta ocasión para recordar y rendir homenaje (junto a mis colegas del IDR) al profesor Ignacio Da Riva (fallecido en 1991), fundador y líder del grupo que inició estas actividades en la ETSIAE, y al profesor José Meseguer Ruiz (fallecido en 2015), primer director del IDR, que fue el alma del grupo durante muchos años y promotor del desarrollo de este programa de satélites y al que tanto admiramos los que trabajamos con él, por su sabiduría y gran humanidad.

 Enlace a la web UPMSat-3: https://sat.idr.upm.es/

 

* Ángel Sanz Andrés, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el director técnico del programa del satélite UPMSat-1. También dirigió el Instituto Universitario de Microgravedad “Ignacio Da Riva” del año 2015 al 2024.

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